sábado, 14 de diciembre de 2013

DÍA 69 - SEMANA 10 - POR KATJA THOMSEN

DÍA 69

SIETE días me faltan y termina UNA DIETA A REGAÑADIENTES!!!

Una se podría llegar a creer eso de que las mamás adelgazamos como locas tan sólo por el hecho de tener que andar corriendo detrás de los y las pequeñas que van del borde de la piscina - a una escalera mojada - a un cantero de tunas - a la calle y de ahí - al borde de la piscina para empezar el ciclo de cero. 

No, muchachas, no es así. Hoy miré detenidamente los cuerpecitos de todas nosotras, mamás en el club, al sol en paños menores como pollos al spiedo expuestos sin pudor en la vía pública. Claro, es como aquéllo de "yo no creo en las brujas, pero que las hay, las hay"; siempre hay alguna desubicada que pesa 35 kilos y no tiene ni una estría (y sí, tiene tres hijos la muy odiosa) pero el común denominador de las mortales somos simplemente aquéllas chicas divinas de la adolescencia que hemos tenido la dicha de dar vida y, en el mejor de los casos, mantener unido al clan con mucho esfuerzo pero también con mucha felicidad. 

A nosotras sí nos quedaron los "flotadores"; unos más grandes que otros, unos más arañados que otros (por las estéticas estrías) pero están allí y son señal de que hemos sido bendecidas con el don de fabricar mini humanos que nos agarran el dedo índice con unas manitos en miniatura desde el día uno y nos hacen sentir taquicardia como ningún hombre lo va a lograr jamás.

Entonces, ¿es realmente tan importante volver al peso de A.B. (antes de los bebés)? Sí, muy importante porque no hay que olvidar que la maternidad es UN ROL MÁS en nuestras vidas y que, pese a que nacemos para ser madres, NO SÓLO somos madres sino también mujeres que nos tenemos que sentir bien con nosotras mismas. La belleza es algo con lo que se nace, pero algo muy efímero también y hay que hacer un esfuercito a lo largo de la vida por conservarla o al menos por AYUDARLA a medida que van cambiando los rasgos en nuestras caras y las formas de nuestros cuerpos.

Sería una hipocresía para con nosotras mismas creer que los hombres nos ven con 20 kilos de más después de un parto, todas fofas y estriadas y piensan que somos unas diosas que hemos sido bendecidas con el don de la vida, y todo el bla bla (me remito a los párrafos anteriores). 

Los hombres no nacen con lentes de contacto que les permiten alterar las imágenes en pos del agradecimiento que nos tienen (o deberían tener al menos) por traer al mundo a sus cachorritos. No. Ellos siguen siendo HOMBRES y la paternidad normalmente no los hace cambiar TANTO como la maternidad nos cambia la cabeza a nosotras.

Entonces seamos más inteligentes que ellos, chicas. Cuidémonos un poco porque vale la pena hacer el esfuerzo de volver a ser aquéllas diosas de la adolescencia ...al menos en nuestras propias mentes. Les garantizo que mirarse al espejo y no reconocerse por los 15 kilos de sobra NO AYUDA para nada. No les pido que bajen los 15 kilos. Pero por lo menos bajen 10. Les prometo que van a sentirse muy bien porque van a estar respetando su propia esencia como mujeres. 

Si me quieren mandar algún mensajito por favor háganlo a través de mi fanpage de facebook!!!

www.facebook.com/unadietaareganadientes


No hay comentarios:

Publicar un comentario