miércoles, 1 de julio de 2015

DIA 2 - EL COCODRILO is back

Ya en la dieta anterior lo descubrí. Me asombra que siga estando. Me refiero al viejo, querido, pero sobre todo hago énfasis en VIEJO... cocodrilo del gimnasio.
El geronte de la actividad física que, en otro contexto, seguramente pueda ser definido como el buen y sabio anciano. Pero no se engañen que, de pie sobre una cinta o elíptica, se transforma en lo que él cree ser: un seductor carnívoro irresistible para algunas. De ahí lo de "cocodrilo". Peligroso como piraña, atractivo como una cartera de cuero verde... para ciertas señoras intere$ada$. Not me.

Me subo en la elíptica y siento que no puede ser que aún me falten 59 minutos de actividad aeróbica para cumplir mi meta del día. Menos 58. Menos 57. Me pongo ansiosa. El teléfono en low battery. Te querés morir. Afino el oído y en la maquina a 20 cm de la mía hay un buen hombre discutiendo en tono amistoso la terrible situación en el interior del país por culpa de la sequía. Su interlocutor, otro setentón piola, a 20 cm a su derecha, se dirige de manera intermitente a su vez, a un tercer veterano. Este último  no nos acompaña en las elípticas sino que está a 3 o 4 metros hacia adelante, marchando a buen ritmo en la cinta caminadora. 

El trío habla sin parar con voz preocupada sobre los escasos milímetros de lluvia caídos durante el semestre, sobre las plagas de langosta, bla, bla, bla. Yo, presa de una insaciable vocación de charlar por amor al arte -y a su vez muy preocupada genuinamente por la falta de agua en Uruguay- estoy a un soplo de abrir mi enorme bocota para opinar sobre lo inopinable (no llueve, es un desastre, punto) cuando...
-Ahhh, la Anna Kournikova.
El dino número 3, sin parar de marchar a buen ritmo en su cinta, fijaba los ojitos en la mini tele de su equipo. ESPN a todo trapo y sin volumen. Partido de algún campeonato femenino de tennis. Y -oh, sorpresa- la pobre Kournikova. En minifalda blanca y los hombros al aire, bronceados.
-Ayer estuvo de visita en casa... Agregó Número 3.
Pensé en vomitar.
-Qué divina que está, largó el "campesino" a mi derecha.
-Paaaa,ni me digan, qué deveeeena que está, escupe Número 2.
Mis ojos casi explotan en sus agujeros. Mis manos se aferraron a las agarraderas de mi vehículo a pedal y ahí sí, ya no pude evitarlo. Precisaba establecer algún tipo de contacto humano o iba a reventar, en una vorágine catártica de insultos al trío LACOSTE. Llamé al profesor de turno, el que controla la sala de musculación y simplemente le advertí: 
-Me están buscando...
Not on MY watch!
Él, que lee mis entradas al blog porque le da mucha gracia reconocer a sus "alumnos" aquí y allá, no pudo evitar sonreír con complicidad ya que, al igual que TODO EL GIMNASIO, no había podido NO OIR ese opíparo despilfarro de estupideces machistas pasadas de tono, de época y de franja etárea.

Así que de aquí hasta el final de esta versión 2015 de la DIETA A REGAÑADIENTES, queridos caimanes y yacarés, cuiden sus hocicos porque Miss Piggy está lista para delatarlos... on- y offline!!!

Con cariño,

KAT

PD: Bajé 1 kilo y medio. Yeeeeey!



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